Ingredientes

  • 6 huevos, claras y yemas aparte
  • 1 taza de azúcar
  • 1 cucharadita de Royal
  • 1 taza de harina
  • Vainilla al gusto

Preparación

  • Batir yemas con azúcar hasta que la mezcla tenga consistencia cremosa
  • Añadir claras batidas a punto de suspiro, con movimiento envolvente
  • Agregar poco a poco la harina con el Royal y vainilla
  • Poner en molde engrasado y enharinado a 350° por 45 minutos aproximadamente

El bizcochuelo fue lo primero que yo aprendí a hacer relacionado con la cocina.  Con mucho optimismo pensé que si una joven de 16 años sabía hacer bizcochuelo, estaba ya preparada para la vida.

Con este bizcochuelo se hacía un strawberry short cake que me quedaba muy bien siempre y cuando la crema “subiera”; mamá preparaba una Chipolata que era una torta fría con crema pastelera, dulce de ciruelas y frutillas; o simplemente se comía solo o con café con leche.

Mamá Mía, lo más parecido a una abuela que yo conocí, me hacía uno todos los 31 de agosto. Supongo que en sus últimos años lo hacía la muchacha del servicio, pero ella me lo entregaba en un platón con un mantelito de papel y espolvoreado con nevazúcar.

El bizcochuelo me recuerda mi niñez; a mi tío Cheché, mojándolo en el café con leche. A la alacena de “El Morichal”, especie de arca de tesoros culinarios para niños golosos. Por eso lo incluyo dentro de mis recetas queridas. Humilde, dulce y esponjoso bizcochuelo.