En la medida en que me he ido haciendo mayor, veo con asombro hacia atrás y me parece que fue ayer cuando… Y ese cuando se llena de contenidos: mi primera comunión, finalicé el bachillerato, inicié mi carrera, me fui a España, regresé de España, me gradué de abogado, empecé a trabajar, conocí a Satur, me casé con él. Y a partir de este momento pareciera como si el tiempo hubiese comenzado a pasar más rápidamente; no en balde han sido mis 39 años con Satur los más hermosos, plenos y productivos de mi vida. Y entonces parece que fue ayer cuando los hijos eran niños, estudiaban la básica, terminaban el bachillerato y yo era joven, fuerte y poderosa, un híbrido de mujer biónica y wonder woman.

Como los años vienen con su carga de sabiduría, he aprendido que no hay que mirar hacia atrás con nostalgia o hacia el futuro con miedo o falsas expectativas; hay que vivir el presente. Y eso trato de hacer. Mi presente es tan pleno como las vivencias de mi pasado y con inquietudes de mujer joven en un caparazón de 67 años. Algunas veces me siento como si tuviera un motor de Mercedes Benz dentro de la carrocería rayada y aboyada de mi Ford Falcon Futura, mi primer carro. Y una de esas inquietudes es la de mantener viva la memoria de mis padres y de la casa de mis padres que fue  un factor muy importante de sus vidas y de la mía. Cuando Alfamén sea sólo un montón de escombros y un esperpento moderno se levante sobre su suelo, yo espero que esté en el cielo de las casas y que sea recordada como un espacio de amores, triunfos y fracasos, dolores y gozos; un espacio de vida familiar enriquecedora, plena y feliz

A medida que pasa el tiempo, sin embargo, uno comprende que permanecer vivos es permanecer en la memoria de los seres que amamos. Yo deseo que Ustedes mantengan viva la memoria de sus abuelos; pero también quisiera que mis nietos y sobrinas nietas mantengan viva la memoria de Olga, esposa de Saturnino, madre de José Luis, Juan Carlos, Jesús Miguel y Javier Andrés; tía de Luis Eduardo, José Francisco, Jota y Fabiola; abuela de Andrea Carolina, Jorge Luis, Carla Sofía, Olga Carolina. Valeria Carolina y Santiago David; tía abuela de Alejandra Carolina, Eugenia Carolina, Sofía Carolina, Luis Andrés y Gabriel y hermana de Luis Antonio y María Jesús.

Para los nietos de Luis y Rosario y por medio de ellos a los nietos de Olga, “La Cocina de Alfamén” es un pequeño legado que sin la ayuda de Javier Andrés no habría podido hacer realidad en esta Navidad de 2006.

Con todo amor.

Olga